Por Juan Carlos Pirali
En un principio fueron las rastrilladas dejadas por los aborígenes, las que marcaron las huellas por donde transitaron las pesadas carretas tiradas por lentos bueyes, que trasladaron el progreso y la civilización a los distintos lugares del territorio nacional, pero esos primitivos caminos se fueron formando sin una planificación para el trazado.
Le correspondió al director supremo Juan Martín de Pueyrredón, la iniciativa de crear la primera entidad encargada de ese tema al instrumentar en 1817 la Comisión de Caminos.
Las carretas trazaron los mejores rumbos para sus largas travesías. El drenaje natural facilitaba su paso y, más tarde, cuando las postas fueron las estaciones de servicio de los viajeros, las grandes rutas nacionales quedaron establecidas por los mejores terrenos. Pero llegó el riel, que significó el comienzo de un nuevo periodo histórico en la economía del país. Ante ese hecho, los viejos caminos de tierra perdieron parte de su eficacia, debido a que la tracción de sangre no podía competir con un sistema de transporte más rápido y efectivo.
En la provincia de Buenos Aires, una cronología de hechos marcó el proceso de transformación de su historia caminera. En 1821 el gobernador Martín Rodríguez creó el "Departamento de Ingenieros y Arquitectos" y, en 1824, fue creada la "Comisión Topográfica", encargada de realizar el primer estudio integral de la topografía bonaerense, para que sirviera de base a trazados de caminos y la realización de obras hidráulicas.
El 17 de mayo de 1880, durante la gobernación de Carlos Tejedor, fue aprobada la "Ley de cercas de estancias", que determinaba en su articulado: "Los caminos públicos de la provincia se dividirán en generales, municipales y vecinales". Los caminos generales destinados a la conexión de ciudades y pueblos debían tener un ancho de 50 metros; los municipales, que servían de comunicación entre dos cabeceras de partido tendrían 30 metros y los vecinales, que comunicaban centros de población con propiedades rurales o éstas entre sí, tenían asignado un ancho de 16 metros.
La construcción de caminos necesitaba un brazo ejecutor, y el 8 de marzo de 1910, por medio de la ley 3231 fue creada la "Dirección General de Caminos de la Provincia", especificándose en el artículo 1º de dicha norma: "…ejercerá todas las facultades inherentes a la Superintendencia Técnica y Administrativa en todos los caminos generales y parciales existente o futuros, como también en los municipales y vecinales, de aquellos partidos cuyas municipales se acojan a los beneficios y cargas que por esta ley se establecen". Se fijaba como sede de la Dirección a la ciudad de La Plata, y cada pueblo cabecera de partido tendría una comisión local formada por el intendente municipal y 4 vecinos.El 4 de agosto de 1913 fue promulgada la ley 3497, que derogaba la del 8 de marzo de 1910 y creaba la Dirección de Puentes y caminos, dependiente del ministerio de Obras Públicas, con autoridad para proyectar y ejecutar las construcciones, desvíos, rectificaciones, etc. de los caminos.En 1915 cambió su denominación por "Dirección de Hidráulica Puentes y Caminos" .Por decreto número 6 de 1922 se establecieron en la provincia 11 zonas para brigadas camineras, correspondiéndole al partido de Dolores, formar parte de la zona tercera, con sede en Brandsen. Al año siguiente crearon las primeras cuadrillas dotadas de "palas de buey".En 1932 la provincia fue dividida en 8 zonas camineras y Dolores pasó a ser sede de la Zona VI.El 5 de octubre de 1932 fue promulgada la Ley Nacional de Vialidad, que significó un punto de partida de una profunda transformación en el sistema tradicional de las vías de comunicación, la que llevó al país con enérgico impulso al nivel de los estados con la construcción de modernos caminos, adecuados a la exigencia del tránsito actual.
http://ar.geocities.com/pirali_historia_y_poesia/historia.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario