Rastrillada:Huella o rastro más o menos visible, que en el suelo firme y sobre el pasto dejan la huella de una caballería, las plantas de un cuadrúpedo cualquiera, o las ruedas de un vehículo en las zonas o caminos poco frecuentados. Ella constituye una fuente preciosa de informaciones para nuestros afamados rastreadores. Dr. Lisandro Segovia. Diccionario de Argentinismos. 1911.-

viernes, 26 de marzo de 2010

27 y 28 de Marzo

LOS ESPERAMOS A TODOS!!!

María Marta Vargas
Dirección De Cultura
Gral. Guido

PROGRAMA DE ACTOS POR EL 127 ANIVERSARIO DE NUESTRO PUEBLO:

SÁBADO 27:
Museo Municipal “Del Vecino”:
13hs: Maratón Comunitaria
Entrega de premios
17hs: Inauguración Muestra Fotográfica “Abuelas de Plaza de Mayo”
Entrega de reconocimiento a personas mayores de la comunidad
Inauguración muestras alusivas en las distintas Salas del Museo:
Esteban Lazo (Mar del Plata) artista plástico
Caballo Criollo (Gral. Guido)
Comparsas Ara berá y Copalex
17:30hs: Entrega reconocimiento vecinos ancianos de la comunidad.
18hs: Presentación de Alfredo Pedrós, historiador.
19hs: Festival de Hip Hop, a cargo del MP 3, Grupo Barrio Padre Mujica de la ciudad de Buenos Aires: banda, improvisaciones, grupos de baile
20hs: Presentación de Grupo Vocal “CANTARES” de la ciudad de Dolores.
DOMINGO 28:
Plaza San Martín:
10hs: Tedeum en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced con la presentación del “Coral Carmina”
11hs: Acto Oficial en Plaza San Martín
11:30hs: Desfile cívico institucional con la presentación de la Banda Militar
13hs: Almuerzo Oficial en Centro Recreativo Cultura
Museo Municipal “Del Vecino”:
15hs: Muestra Regional de Artesanos (invitados todos los artesanos de la Región Cultural del Sudeste)
17hs: Ballet GUARDA PAMPA, de la ciudad de Dolores
18hs: CORAL CARMINA, de la ciudad de Mar del Plata
19hs: TANGO FURIA; de la ciudad de Mar del Plata
20hs: LAS VOCES DEL ESTE, de la ciudad de Dolores

martes, 23 de marzo de 2010

...una errata que amerita corrección

"...que nadie olvide de donde viene, porque si lo olvida
no sabrá quien es ni tampoco sabrá adonde va”

Jaime Dávalos

"Había corrido un largo año. Andando y andando los caminos de huellas llaneras y cansadas, durmiendo de día en algún pajonal y caminando durante la noche bajo el firmamento balizado de luceritos, sin poder alejarse mucho de los pagos de Dolores en donde estaba Felisa, llegó Rojas en una tardecita de verano a la vista de su pueblo natal. No pensó nunca en hacerlo; era más bien una fuerza incontrolable la que poco a poco lo iba trayendo como de tiro, desde el canadón de El vecino hasta el pueblo de General Guido...
Sofrenó el tobiano colorado y se quedó mirando a los lejos en la llanura dorada por el sol de enero aquel montoncito de árboles, casas y ranchos blanqueados, que eran como un mojón en la planicie, interrumpiendo en un pedacito la firme pegazón de la tierra con el cielo. Sobre el verde oscuro de las arboledas apuntaba hacia arriba la torre cuadrilonga de la humilde iglesia, pintada de blanco y terminada en una pirámide de cuatro caras iguales. Pag. 288
Hacia el oeste, ocultos casi por el resplandor del sol declinante y semitapados por nubes de jejenes, los montes de La Quínua y de Newton parecían en la distancia pequeños accidentes de la corteza terrestre. Más para este lado, el de Santa Catalina era un apezuñamiento corto y deforme, y sobre la costa oeste de la laguna del Carnero el viejo caserón de El Mirador con un descarnado eucalipto que visto desde lejos se asemejaba a un vendedor de globos. Pag 289Detrás, el vasto espejo de la laguna cortaba en redondel el horizonte hasta mostrar al otro lado una orilla baja, de pastizales verdes, pareciendo que la llanura entraba despaciosamente al agua. Bandadas de cisnes ponían en el contra luz del solazo de aquella tarde, el movedizo punteo de alas blancas entreverado con el rosado plumaje de espátulas y flamencos.
Al ver el cementerio, Rojas, maquinalmente, sujetó despacio a su cabalgadura y sacándose el sombrero, espió por el portón de hierro coronado de lanzas que iban de mayor a menor, la callejuela principal que se cortaba muy pronto contra la pared del fondo. Las sepulturas alineadas, alargaban ya en el poniente las desmedidas sombras de sus cruces, entre la soledad y los yuyales que las avanzaban por todos lados. Ahí estaban los huesos de su madre, los de doña Liberata y los de tantos conocidos... Pag.290
Fragmentos de El Camino es Largo de Augusto J Bialade 1972.-


Cuando colocaron el rótulo indicativo del nombre de la calle que distingue a Augusto José Bialade (h), las autoridades no advirtieron el error ortográfico que había cometido el fabricante de los letreros indicadores, la calle pasó a conocerse como “Vialade”, una errata que amerita corrección.

Augusto José Bialade, Tito para sus amigos, nació aquí en 1903, en el pueblo de General Guido, Partido del Vecino. Hijo de Augusto Pedro Bialade, Jefe del Registro Civil y de Juana Florinda Cambiaggi, Maestra. Aquí vivió hasta el año 1917 cuando la familia se muda a la Ciudad de Dolores.

Abogado. Juez. Lúcido narrador de las historias contadas en voz baja en las cocinas familiares de su infancia, transmitidas de padres a hijos. Augusto J. Bialade no sólo no olvido de dónde venía sino que rescató esas tradiciones en la Leyenda y El Romance de Kakel Hincul, en la novela El camino es largo.

Los Bialade

Foto: http://good-times.webshots.com/photo/1083682858047851296nfoRKK

jueves, 4 de marzo de 2010

General Tomás Guido

Puesto en el centro de la plaza, orientado hacia donde el crepúsculo se posterga, el busto de Tomás Guido custodia a los guidenses.
Foto de Hernán Longo.
Fuente: http://www.panoromio.com/

Próximamente el Pueblo de General Guido conmemorará el 127 aniversario de su existencia. Desde su creación en 1883, y por ocho años, se lo conoció como Pueblo de Vecino, hasta que el 16 de agosto de 1891 el Gobierno Provincial le impuso el nombre de Brigadier General Tomás Guido.
Por aquellos años, poco, casi nada contaba la historia oficial del hombre, cuya efigie se levantaría, en el centro de la plaza.
La escasa bibliografía de la época remitía a un libro publicado en 1882 por su hijo, el poeta Carlos Guido Spano titulado “Vindicación Histórica” allí aparecían los escritos que su padre había archivado prolijamente entre los años 1817-1820.
“La Historia, dice el Dr. Mario (Pacho) O’Donell, siempre está teñida de subjetividad; la oficial lo está de arbitrariedad reconocida”.
Saliendo del olvido, al que lo habían sentenciado los cronistas de la época. Antecedido por el grado militar, el patronímico de Guido, comenzó a difundirse en escritos oficiales y privados. Hacia finales del siglo XIX nacía el gentilicio “guidense”
Uno puede mudar de casa, de provincia…de nacionalidad, lo que no se puede cambiar es el origen.
¿Quién fue el General Tomas Guido?
Tomas Francisco Gil Buenaventura del Rosario Guido Aoiz nació en Buenos Aires el 1 de septiembre de 1788. Hijo de un comerciante, don Pedro Guido Sáenz Y de doña Juana Aoiz Martínez Larrazbal.
El 25 de mayo de 1810 el joven Tomás Francisco, que por razones económicas había dejado sus estudios en el colegio San Carlos, está entre la escasa muchedumbre en las puertas del cabildo.
Alguien dijo “Mas importante que escribir sobre la revolución es contribuir con ella” eso hizo Tomás Francisco desde su bautismo de fuego durante las invasiones inglesas. Formó parte del grupo de jóvenes, hijos de españoles, nacidos en el Virreinato del Río de la Plata, que se reunían en el Café de Marco. De allí surgirían los oradores de la revolución, los improvisados jefes militares…los políticos.
La Revolución de mayo fue el comienzo de un cambio profundo y definitivo en la vida política, social y espiritual de Buenos Aires. A partir de mayo 1810 Tomas Francisco Gil Buenaventura del Rosario Guido Aoiz, se convertiría en Tomás Guido, un actor irremplazable en la historia de la Patria.
Aparece junto a los hermanos Moreno a bordo de la Fragata Inglesa Fama cuando el 4 de marzo de 1811 Mariano Moreno muere en alta mar.
San Martín y Bolívar lo contaron como un colaborador predilecto. Su amistad con el General San Martín ha quedado debidamente documentada en la correspondencia de ambos "Mi lancero amado" lo nombra San Martín en sus cartas.
Fue funcionario de Rivadavia, Lavalle, Dorrego, Viamonte, Rosas y Urquiza.
Tuvo tenaces enemigos entre ellos Sarmiento que le reprochaba su posición llamándolo “cumplimentero”, arribista político. Pero basta con leer su correo con Rosas para saber lo lejos que estaba Tomás Guido de ser un cortesano de palacio.
"Desoiga a los que le aconsejan destierros, persecuciones y muertes, son fanáticos políticos que no merecen ser escuchados... aléjese de la mazorca, esa banda de forajidos desalmados", le escribe. No debía de se fácil decirle al Gobernador Juan Manuel de Rosas esas cosas.
Pero sigamos familiarizándonos con Tomás Guido através de la correspondencia de Juan Manuel de Rosas.
Buenos Aires, Julio 18 de 1832
Señor Don Tomás Guido. Mi querido amigo:
El correo no saldrá mañana porque mi correspondencia aun está verde. En su virtud Vd. tendrá en tiempo los materiales que desea si es que no le incomodo, mañana, para que juntos aquí acabemos todo. Ochocientos pesos mensuales son los que he asignado a usted y en su virtud le remito este mes y el anterior. Sé que usted solo me ayuda por el aprecio que hace de mi amistad; pero sé también que no es conforme a la amistad abusar de su finura y generosidad. Es por esta poderosa razón, robustecida en el conocimiento que tengo de usted, con familia, no es ningún hombre acaudalado, que debo no abusar de su amistad, y usted hacerme el favor de recibirlos, persuadiéndose de que si así no lo hace dejaré de ocuparle y con la pérdida de su ayuda, perderá la causa y perderemos todos. No crea usted que yo lo desembolso. Lo será el gobierno de gastos reservados sin que para nada suene el nombre de usted de quien soy afectísimo amigo. Juan Manuel de Rosas.

Guido rehusó la gratificación. Pese a necesitar el aumento de sus medios de subsistencia, decía conservar luego de 22 años de servicios a la patria, lo preciso para no hacer vida menesterosa. Y preguntaba: "Pero, ¿renunciaré yo por un desahogo en mis atenciones domésticas, la inmensa satisfacción de aliviar en alguna manera el peso enorme que desinteresadamente ha tomado Vd. sobre sí en honor de mi país?... Mi carrera y mis deberes sociales me mandan servir sin interés mientras por un cargo público no pueda justificar mi recompensa."
He aquí la respuesta de Rosas:
Buenos Aires, Julio 27 de 1832.
Señor Don Tomás Guido. Mi amigo querido:
Las razones en que apoya usted el verdadero espíritu de su estimada carta del 19, son sin duda poderosas para usted, pero no para mí, que estoy resuelto a privarme de su ayuda antes que abusar de su amistad. Desde que esta resolución aparece inalterable, usted sin faltar en algo a la confianza de nuestra amistad, no puede dejar de pesar nuevamente sus razones y las mías. Agréguese a la balanza de estas el mal positivo que al país y a mí debe ocasionar la insistencia de parte de usted, desde que por ella nos privamos de su ayuda, y desde entonces pesará más dicha balanza. Sin perjuicio, yo serviré a usted como gobernador y como particular en todo cuanto pueda, toda vez que usted quiera ocuparme. Dispense usted esta carta; siento perder su ayuda, y es esta la razón de poder fuerte que me ha obligado a ser importuno, faltando a los respetos de una fina amistad, porque no me es posible abusar de ella. Quiera usted disponer como guste de su afectísimo compatriota. Juan Manuel de Rosas.
Ante ese dilema, Tomás Guido cedió, pero con la segunda intención de no emplear la suma con que se lo gratificaba a la fuerza, y siguió prestando los servicios que daba a Rosas. Durante los preparativos de la campaña al desierto, Rosas le contesta a Guido la carta en que éste le devolvía los sueldos que aquél le había pagado por su colaboración para la redacción de documentos públicos.
He aquí la respuesta:
Mi querido amigo: Aún no había podido contestar a su estimada de 16 de diciembre de 1832, en que me devuelve cuatro mil ochocientos pesos, importe de la asignación de los meses de julio hasta noviembre, que el gobierno de mi administración dispuso pasarle de fondos discrecionales en compensación del importante servicio que prestara a la causa pública ayudando al gobierno en la expedición de los asuntos más delicados. Hoy lo hago, y penetrado del poder de las razones en que usted se funda para devolver al suma que ha conservado en depósito sin aceptarla, la paso al señor ministro de gobierno para que vuelva a tesorería como salio. Después de esto solo me resta manifestar a usted mi sincero reconocimiento, y ofrecerle como siempre que mande como guste en la sincera amistad de su amigo. Juan Manuel de Rosas Fuente: http://www.lagazeta.com.ar/
Rosas y El Gral.Tomás Guido. Irazusta, Julio: Vida política de Juan Manuel de Rosas. t.II.p.136.

Tomás Guido fue un hombre de la unidad nacional. El mismo que le aconsejaba a Juan Manuel de Rosas: “ayude a constituir la provincia, a apaciguar los odios, a buscar en la ley y en el respeto del derecho, la única base de la felicidad de la patria”.
El que en tiempos de la Confederación, en el Senado de Paraná, hablaba con independencia y libertad invitando a la conciliación. Sin abandonar la firmeza en sus creencias o concepciones políticas.
El amigo incondicional de San Martín.
Tomás Guido murió el 14 de setiembre de 1866 en su casa de Buenos Aires, su ciudad natal. Desde 1966 sus restos descansan en la Catedral de Buenos Aires junto al General San Martín. Pero en el Cementerio de la Recoleta puede visitarse la bóveda, en forma de gruta, que refieren, levanto con sus propias manos Carlos Guido Spano en homenaje a su padre, símbolo de la humildad en la que siempre vivió.